12 cosas que NO debes hacer
si quieres tener sanas tus plantas de interior
¿Eres buena o bueno matando tus plantas de interior? Por desgracias, es un talento que muchas personas tienen (yo tuve mi época también, no te preocupes). Algunas plantas pueden ser realmente complicadas de cuidar y mantener, es cierto, pero hay algunas cosas que tal vez estás haciendo y que, sin darte cuenta, contribuyen a su desaparición.
¿Has hecho todo lo posible por mantenerlas vivas? Tal vez piensas que sí, pero por si acaso, aquí tienes una lista de doce cosas que pueden estar matando tus plantas de interior.
NO LEER LAS INSTRUCCIONES
Del mismo modo que no hay dos personas iguales, tampoco hay dos plantas idénticas. La regla número uno que debo destacar a la hora de cuidar las plantas de interior, es leer las instrucciones que vienen con la planta que hemos adquirido. Si tu adquisición no tiene instrucciones, pregunta en el vivero o busca información en libros o en Internet, hay muchos blogs (más allá del mío) y jardineros entusiastas que tienen excelente información sobre las plantas. Si le das las condiciones inadecuadas, sin duda, terminarás matándola. El conocimiento te ayudará a cuidarla correctamente.
RIEGO EXCESIVO
Algunos jardineros recién iniciados creen que mientras más agua mejor. Todas las plantas de interior (y las de exterior también) tienen necesidades diferentes en lo que respecta a los riegos y esas necesidades pueden ir variando en función de la época del año, la cantidad de luz y la temperatura ambiente. La solución más fácil para evitar esta consigna es conocer el nivel de humedad de cada planta. Algunas plantas necesitan que el sustrato se seque completamente entre riegos, otras requieren que el sustrato se mantenga húmedo, por lo cual volvemos a la importancia del ítem anterior, conocer los requerimientos de cada planta. Un buen método suele ser hundir nuestro dedo en el sustrato unos dos o tres cm y sentir si está húmedo o más bien seco.
Otro error común suele ser regar la planta en su lugar, es decir, sobre el “platito” o el cubre-macetas, esto usualmente hace que el exceso de agua quede acumulado en ese contenedor y termine por pudrir las raíces. La alternativa para evitar esto, es colocar las plantas de interior, por ejemplo, en el fregadero, regar, dejar que escurra bien y volver a colocarla en su sitio.
POCO RIEGO
¿Es igual de perjudicial para nuestras plantas de interior regarlas poco? Exacto. Volvemos a lo mismo, es imprescindible conocer los requerimientos de humedad de cada planta para hacer las cosas bien. Algunas plantas, como el Lirio de paz, son muy expresivas y sus hojas se inclinan hacia abajo cuando necesitan un buen riego y automáticamente vuelven a su posición original cuando apagan su sed. Cuando riegues, hazlo a fondo, de modo que todo el sustrato se humedezca bien y luego espera a que se seque (con el método de hundir el dedo) para volver a regar.
DEMASIADA O MUY POCA LUZ
Todas las plantas necesitan luz en diversos grados. Según los expertos, las mismas plantas nos dirán si no están recibiendo la cantidad de luz adecuada. Por ejemplo, las hojas podrían cambiar de color o volverse amarronadas si están obteniendo demasiada luz. Por otro lado, si notas que tu planta está “estirando su cuello” hacia la luz o produce hojas muy pequeñas y pálidas, definitivamente necesita mayor iluminación. La mayoría de las plantas de interior gustan de una luz brillante y filtrada, pero de todos modos, es importante leer las instrucciones, ya que cada planta es un mundo aparte.
TEMPERATURAS EXTREMAS
La mayoría de las plantas de interior gustan de las mismas temperaturas que nosotros. La temperatura más segura es de unos 18 a 22 grados Celsius, es decir, ni muy caluroso, ni muy frío. Si colocas tu planta cerca de una ventana, recuerda que la temperatura en esa zona puede variar dependiendo de lo que suceda en el exterior durante los cambios estacionales, desde muy caliente en verano, hasta un frio extremo en invierno, esto afecta sin duda la vida de tu planta. Sumado a esto, si utilizamos calefacción o aire acondicionado, podemos secar las plantas de interior, en estos casos, se recomienda aumentar la humedad del ambiente a través de un humificador o similar. Ten en cuenta, si tú te sientes bien, muy probablemente, tu planta también, pero nunca dejes de ¡¡¡leer las instrucciones!!!
NO “PELLIZCAR”
Ciertas plantas requieren que practiquemos el “deadheading”, lo cual significa pellizcar y quitar las flores viejas para promover nuevas. Sabrás cuando quitarlas ya que la flor se vuelve amarronada, lo cual indica que está muriendo. Es una tarea que puedes hacer fácilmente con tus dedos. Si quieres aprender más con respecto a esto, mira ESTE POST.
NO TRASPLANTAR
Las plantas de interior pueden llegar a sentirse “sometidas” a sus contenedores. A la mayoría de ellas les queda chica su maceta en un período de aproximadamente uno a dos años, por lo que es importante trasplantarlas a un contenedor más amplio con tierra fresca y nutrida o bien, trasplantarla al exterior (si la planta lo permite) para que tenga más espacio para crecer. Una de las señales para saber cuándo trasplantar, es que las hojas se vuelven amarillas, lo cual puede sugerir que no está obteniendo suficientes nutrientes del sustrato. Incluso en algunos casos, puedes observar que las raíces se salen por entre los agujeros de drenaje.
Para inspeccionar las raíces, deberíamos regar muy bien la planta, mejor si lo hacemos el día anterior, y luego con cuidado retirarla de su maceta; si cuando la sacamos vemos que el cepellón es un aglomerado de raíces apretadas, deberíamos trasplantar (lee la nota sobre como trasplantar de manera correcta plantas de interior). También debemos tener en cuenta que NUNCA debemos trasplantar cuando la planta está en floración.
IGNORAR LOS INSECTOS
Algunos de los insectos dañinos más comunes en las plantas de interior incluyen los mosquitos, los ácaros de arácnidos y las moscas blancas. Puedes prevenir que las plagas ataquen tu jardín interior con algunas técnicas como esperar 30 días antes de incorporar una nueva planta a tu zona de plantas, remover las plantas enfermas o débiles, utiliza un mulching de algas o mantener las hojas limpias pasándoles un trapo con agua y jabón blanco.
Si los insectos ya están dañando tus plantas de interior, primero identifica que tipo de plaga es y luego, aplica un remedio natural para eliminarlos. Siempre ten en cuenta que hay algunos insectos que son beneficiosos, como las mariquitas o las mantis religiosas.
EL DESCUIDO
¿Te estás yendo de vacaciones? Esto es genial para ti pero no para tus plantas de interior. Asegúrate de hacer los arreglos necesarios para que un alma caritativa venga y riegue tus plantas mientras no estas. Otra opción es utilizar algún sistema de auto-riego, que puede ser casero, como una botella de agua con una mecha de algodón con uno de los extremos en el agua y el otro “clavado en el sustrato”, de este modo la mecha irá mojando la tierra, otra alternativa es una botella con agua enterrada boca abajo en el sustrato, así, irá “soltando” agua a medida que la tierra se seca.
NO FERTILIZAR
Las plantas de interior dependen de los nutrientes del suelo y pueden muchas veces necesitar de suplementos para que crezcan mejor y con salud además de mejorar la producción de flores. El uso de unfertilizante de plantas de interior equilibrado (que puedes adquirir en cualquier vivero) de forma regular y según las instrucciones del envase, te asegurará que tus plantas están recibiendo los nutrientes que necesitan. Siempre revisa que la variedad de tu planta aparece en la etiqueta del fabricante del fertilizante, algunas plantas como las orquídeas, precisan de fertilizantes específicos. Siempre, y perdona que sea insistente, sigue las instrucciones, si fertilizas de más puedes quemar tus plantas.
SUSTRATO INCORRECTO
Cada especie de planta, tiene necesidades diferentes en lo que respecta al sustrato, siempre de acuerdo a su entorno natural. Puedes hacer tu propio sustrato casero o comprar un suelo orgánico comercial de buena calidad, pero siempre asegúrate que le dará a tu planta la porosidad y el drenaje que necesita. Algunas plantas gustan de un suelo más denso, mientras que otras, como los cactus, precisan de un suelo más bien arenoso y mezclado con turba que drene rápidamente, de modo tal de evitar la pudrición de las raíces.
MOVERLAS DEMASIADO
Las plantas de interior se acostumbran a un lugar dentro de nuestra casa y no les gusta que las estemos moviendo a cada rato. Si una de nuestras plantas está prosperando correctamente bajo ciertas temperaturas y condiciones de iluminación, moverla a otro lugar podría hacer que le fuera difícil adaptarse a su nuevo entorno. Normalmente, una vez que encontramos un lugar donde nuestra planta se siente a gusto y está creciendo bien, lo mejor que podemos hacer es no cambiarla de lugar.
Las plantas de interior son bellas adiciones a la decoración de nuestro hogar que nos permiten tener una sensación de estar rodeados de naturaleza todos los días.
No tengas miedo, si tienes dudas de si eres un “asesino de plantas de interior” puedes comenzar con especies más fáciles de cuidar, como el árbol del dinero y otras suculentas en general o los lirios de hoja perenne. Una vez que le agarras la mano, puedes ir incorporando otras que precisen algo más de cuidado, te aseguro que bien valen el trabajo extra.
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